Bienvenida

El terror tiene muchas formas y la muerte cercana es una de ellas. Este blog empezó en tono irónico y burlón como manual de ayuda para dejar de matar como quien necesita dejar de fumar, partiendo de un libro ‘Inocencia Muerta’. Los primeros capítulos de este libro tienen una presentación en este blog y pueden leerse en su enlace. El resto de las historias pueden leerse en el libro.


La niña de la lluvia

Te presento mi último libro, y el que me está reportando las mejores críticas, lo que me deja muy contento. Espero que tú también lo puedas disfrutar en Kindle. ‘La niña de la lluvia’ es una historia de misterio y suspense que te mantendrá con la intriga hasta la última página.  


Jorge es un peculiar vagabundo que la policía detiene por un chubasquero. Lo recogió en la calle ignorando que pertenecía a Rebeca, una niña desaparecida. En cuanto es liberado, se toma como algo personal la desaparición y decide investigar. La inspectora de policía Dana lo sigue de cerca mientras desentraña las pistas. Juntos se adentrarán en una peligrosa búsqueda para encontrar a Rebeca.


Antes de empezar el año renuevo la portada de los relatos más siniestros que han ido surgiendo de mi mente, algunos con ayuda de artículos periodísticos sobre sucesos macabros. Porque la realidad a veces deja poco lugar a la fantasía, pero un toque nunca está de más.


 

Mi nuevo relato, esta vez corto, pero intenso: un fin de semana que empieza como cualquier otro y que se convierte en un giro de tuerca.







 En venta el libro de Inocencia Muerta. Con un alto contenido de suspense y tensión en 164 páginas.  A un precio más que económico





También en Amazon puedes encontrar mi nueva novela CUERPO COMPARTIDO. Un relato juvenil con mucho romanticismo.



Cuento 10º "A burro muerto, cebada para el rabo"


  Dichosa conciencia que tenemos cada cual y tan diferente una de otra. Todos podemos llegar a tener nuestra propia conciencia y cuidado que son muy diversas. Me contó un amigo que después de una dura jornada (no porque su trabajo fuese agotador sino por lo pesado que era aguantar a su jefe) llegaba a casa y se ponía con la consola a matar monstruos. Se pasaba horas imaginando que cada uno de los bichos era su jefe. Me decía que así se quitaba la tensión acumulada. Me demostró que no ra verdad y que esa tensión seguía en su cuerpo, un día festivo por la tarde. Paseábamos tan enfrascados en nuestra conversación que no nos dimos cuenta de que habíamos cruzado un semáforo de peatones en rojo. Sentimos el claxon de un Audi que tuvo que frenar para no atropellarnos y al girarnos hacia él vimos como el conductor cabeceaba enérgicamente de indignación. Inocentemente me acerqué al conductor indicándole que me bajase la ventanilla, sin otra intención que poder pedirle perdón por nuestra imprudencia. El hombre al ver que me aproximaba salió del coche gritándome.
- ¡Ven, ven hijo de puta! ¡A ver esos cojones!
  Me paré en seco porque estaba clarísimo que el conductor confundía mi intención. Ante la provocación del hombre mi amigo tuvo los cojones, que yo confundido aún andaba buscando. Los dos se enfrascaron en una discusión de insultos que no conducía a nada, por lo menos nada bueno.  Intenté decirle al conductor en palabras ahogadas, por los gritos de ellos dos, que tenía razón, pero que tampoco era manera de salir insultando sin más. Cuando me quise dar cuenta, era tarde. El conductor y mi amigo habían llegado a las manos.
  Después de la reyerta, mi amigo y yo, fuimos a un bar a tomarnos unas cañas. Estábamos riendo como si hubiésemos salido del cine de ver una película de cachondeo. En la conversación que tuvimos en ese momento mi colega me confesó que, si en el momento de máxima excitación hubiese llegado a tener una pistola, como la del juego de su consola, se la habría descargado completamente en la cabeza al maldito conductor. También que si hubiera sido así ahora su conciencia le habría desquiciado. Hay diferentes formas llenar la conciencia y otra es la del siguiente capítulo.


Cuento (llamémosle) X “Para morirse, siempre hay tiempo”

  Esta representación está fuera de los capítulos del libro inocencia y también podría tener un segundo título como "Muerte entre los perfumes" en alegoría a una famosa película donde aquí los extractos de las flores ya han sido enfrascados"

Se abre el telón y aparece la siguiente escena representando un velatorio


-¿Alguien le quiere dedicar unas últimas palabras?
-Gracias por dedicarnos todo tu tiempo
-A mala hora te fuiste.
-Conocerlo no fue ninguna pérdida de tiempo.
-Seguirá con nosotros, aunque solo marque la hora correcta dos veces al día.
-No somos nada, a todos nos llega nuestra hora.
-Descanse en paz por la eternidad. Amén.
-Amen.
-Un minuto de silencio, por favor.
...
-No perdamos más tiempo, que le den. No hay ni un segundo más que perder en alguien que se tomaba un día entero para marcar 24 horas.
-¡Animal! Más respeto por su vida.
-¡Respeto! Cada minuto de su vida nos consumía la nuestra.
-Tic, tac, tic, tac...
-!!!!!!!!!
-Parece que aún le queda cuerda para rato.

Capítulo 9 “Donde hay burro muerto, no faltan cuervos”

Permitidme que me salte la presentación del desagradable capítulo 8 para dar paso a este bonito capítulo 9

 


Partimos de una historia a la que debemos dar una solución: Son tres hermanas, dos de ellas gemelas. Una gemela muere por accidente y María, la hermana que no es gemela, conoce por primera vez en el entierro a una persona apegada a la familia de la que se enamora.  A la semana siguiente muere asesinada la otra hermana gemela. La historia no es exactamente así, pero la adorno un poco más para dar más posibilidades. Ahora piensa que pasó… tic, tac, tic, tac. Si tú deducción es que el desconocido, o tal vez otra persona mató a las dos gemelas porque no sabía a quién quería matar y así se aseguraba, tienes imaginación y seguro que puedes crear historias geniales. ¿Cuál sería la respuesta de un psicópata? Te voy a dar la solución como si la historia discurriese en la mente de alguien con posibles problemas de sociopatía: “Maria quería volver a ver al desconocido y la forma más fácil era provocar otro entierro en la familia.”

 Creo que esta historia es un idóneo primer plato para continuar con el segundo, que podéis leer en el libro de “Inocencia Muerta” 

Capítulo 7 "La curiosidad mató al gato"

  ¿Qué se siente matando a otro ser humano? Tal vez sea esa la motivación la que mueva a un nuevo asesino. Complacer su instinto o experimentar una nueva sensación. Desde luego es tal vez el motivo más egoísta que puede haber para cometer un crimen. Eso sin contar que hay que estar demente. Y lo peor vendrá después, si le coge el gustillo y pasa a convertirse en asesino en serie. Y puestos a hablar de “series” en asesinos en serie, Dexter, buenísima. En siguiente relato, de absurdo total, imagino un grupo de personas psicópatas que carecen sentimientos hacia el resto de los mortales. Si existe un porcentaje de personas que son incapaces de ponerse en la piel de los demás y que no llegan a percibir que es el sufrimiento, ese porcentaje también tiene un subgrupo que ya le importa un pepino hacer daño o incluso matar. Y los peores son los que se excitan realizando el mal. Por eso, si se nota que una mínima parte de nosotros, aunque sea muy mínima, tiende al subgrupo, es mejor tratarse. No se debe guardar en silencio como pecaditos, se debe ir derecho a pedir ayuda psiquiátrica antes de que degenere. Porque todo tiene su tratamiento, y no vale la excusa de que ya se me pasará, porque no es como estar borracho, es más bien como ser alcohólico, salvando las distancias.


Capítulo 6 "Matar moscas a cañonazos"

  Lo increíble del ser humano no es solo que destruya su entorno como si fuera el cáncer del mundo sino también su facilidad para auto destruirse. Seguramente el instinto criminal es tan primitivo que ya nos hacía compañía incluso antes de que diésemos el paso a llamarnos civilizados (que paradoja, nos denominados civilizados cuando aún no somos capaces de convivir como hermanos). Desde antaño ya se asesinaba a quien fuese con tal de llegar a conseguir un objetivo. Que importaba arrasar aldeas, pueblos, ciudades y países, lo importante era al ansia de conquista. Lo peor de "matar moscas a cañonazos" aunque sea con la mejor de las intenciones es que siempre acaban pagando los justos por pecadores. Aunque la definición de la frase sea: la utilización excesiva de recursos para algo simple de lograr. No deja de ser de lo más oportuna para las excesivas incongruencias que generan los gobiernos al realizar acciones que ponen en peligro vidas inocentes con el pretexto de evitar otras muertes. Y lo peor no es que se pongan en peligro vidas, sino que se acaban perdiendo. Por supuesto a esto le sacaron un término y con eso todos nos tenemos que sentir razonables a su significado. Me refiero a "Daños colaterales". Y siempre habrá quien le dé más florituras como con la frase: ¡Claro, no se va a hacer una tortilla sin romper los huevos! Es triste, pero de masacres está repleta la historia y tal vez sea esto lo que nos impida mejorar. Cuando una persona o colectivo presume de ser virgen en temas turbios procura que su continuidad sea eterna, pero cuando algo o alguien ya está manchado le da igual seguir cayendo en tentaciones macabras porque precisamente la fama ya le precede. Lo difícil es cambiar. Si sorprende lo inhumanos que somos al realizar actos que pueden suponer masacres no nos tendrían que sorprender en la ficción donde imaginamos la realización de actos en gran barbarie. La literatura está llena y el cine no se queda atrás. Así que tras leer esta última historia que nadie me culpe de dar ideas cuando en realidad lo que hago es alertar de las posibilidades. Siendo algo más preciso en mi argumentación constato que el terrorismo suele nacer de lo anteriormente expuesto, pero sigue creciendo del odio y se alimenta de vidas.

  El capítulo que corresponde a esta introducción os está esperando para ser leído en el libro “Inocencia Muerta”.


Capitulo 5 - “A rey muerto rey puesto”

Esta es parte de la historia de esta presentación: “A rey muerto rey puesto”

  Durante toda la historia el ser humano se ha entretenido cometiendo asesinatos para arrebatar posesiones y cargos que sustentaba un rival. Naturalmente el intento de provocar un cambio de “rey” no es simple para ser uno mismo el sustituto, también se puede querer que se implante otro que se considera mejor. En la antigua Roma, y por poner un ejemplo, era tan habitual que no estaba del todo mal visto. Hoy en día, aunque es un escándalo cargarse al contrario o al que está en una posición más alta se sigue realizando la misma atrocidad. Por supuesto se hace de manera indirecta y como si fuera cosa de un accidente. Claro está que lo hacen para ocultar que son unos monstruos. Por cierto, esta frase de “a rey muerto rey puesto” me cuestiona si la creó un monárquico despreocupado de que se muera el rey porque siempre tendrá quien le preceda, o un republicano asqueado de que siempre el trono tenga corona. De todos modos, como la frase no se atañe a lo literal podemos jugar con ella en muchísimos ámbitos y uno de ellos son las presidencias de los países. Ahora bajemos el listón e imaginemos que las intenciones son de eliminar un competente a un nivel menos superior y al que podríamos llegar nosotros si no estuviese ese fanfarrón que nos lo repatea siempre que nos da una orden o impone una regla que no concuerda con las nuestras. El más representativo puede ser un jefe, directivo, etc. Y si nos preguntamos seriamente porque está él y no nosotros. A lo mejor no solo es casualidad o que la sabe chupar mejor que nosotros, ¿o tal vez sí? 



Capitulo 4 - Quién a hierro mata a hierro muere

    Aquí tenéis el siguiente capitulo: "Quién a hierro mata a hierro muere"

 Muchísima gente piensa que el quién la hace la paga y que a todo cerdo le llega su San Martin. También se afirma en general que esta vida es injusta y que hay mucho cabronazo suelto que nunca sufrirá las consecuencias de una existencia dedicada a joder al prójimo. ¿Entonces cómo es que existen dos pensamientos tan contrarios?

Analizando la sabiduría popular podemos ver que nos advierte de que existe un efecto bumerán sobre la persona mal intencionada que hace un daño (que en mayor o menor medida de la acción realizada pero que sin duda recibirá su reprimenda). Esta filosofía nos puede ayudar un poco a esperar que la persona que odiamos se estampe por si sola, y si no es así nos conformaremos a que durante la espera la herida cicatrice y nos olvidemos de lo ocurrido. Pero si vemos como ocurre la desgracia esperada, hacía ese cabrito, disfrutamos tanto como si hubiésemos sido participes de la conjura contra él. El dicho de que a todo cerdo le llega su san Martín no parece que siempre sea cierto, aunque la vida da muchas vueltas y a veces no merece la pena sacrificar la nuestra para acabar con la de un cerdo. Aunque siempre se puede hacer un poco la traban queta (escondiendo a tiempo la piernaI.
Y si sabemos que no siempre la vida es justa ¿Porque nos engañamos a nosotros mismos?
Pues se me ocurren unas cuantas respuestas, pero siempre es la manera más fácil de resignarse a una putada. También si sabes que el que la hace la paga por tu experiencia (por cierto: felicidades). En cambio, por mi parte creo saber por qué. Me vino de la mano de la literatura infantil. Concretamente de los cuentos que me leían. Recuerdo esas noches en las que me acostaban con algún que otro cuento infantil de los de toda la vida. A esa edad de locos bajitos escuchamos los relatos sin buscar ni la moraleja ni el sentido, solo sabes que disfrutas el rato antes de poder conciliar el sueño. Pero es el subconsciente el que se pone manos a la obra cuando duermes para dejarte bien claros los mensajes subliminales. Y si bien siempre se les ha dado a los cuentos un carácter de moraleja para aprender, yo siempre he visto en ellos una segunda lectura. Cuando lo normal era recibir la doctrina de que, si eres bueno y cauto, como la mayoría de los protagonistas, todo te irá bien a pesar de las dificultades que encuentres, yo veía más bien que quien es malo acaba pagándolo caro. Curiosamente mi carácter de bonachón me hacía preocuparme de si al lobo, ogro, bruja o malo del momento al final había salido algo airoso de la historia. Lo cual hacía irritar a mi cuentacuentos porque tenía que inventarse la parte que menos salían de los cuentos para conseguir que me durmiese tranquilo.
Sin duda me vino de ahí la creencia que aún perdura de que todo el que realiza un mal recibe su merecido. El darme cuenta me hizo mirar un poco el tema de los cuentos y observar que los actuales difieren mucho de cuando se contaban antiguamente. De hecho, los grandes recopiladores de cuentos que todos conocemos y a los que tenemos que agradecer que estos hallan llegado a nuestros días narrativamente, cambiaron y suavizaron finales, hoy difíciles de aceptar. Lo que nos indica lo crueles que eran y como siguen siendo de terroríficos los cuentos. Por un lado, es como si advirtiesen a los críos de que el mundo está lleno de asesinos sin, ir más lejos tenemos a Blancanieves y Bella Burmiente. Hay incluso extremos que llegan al canibalismo como en Hansel y Gretel. ¿Realmente estos son cuentos infantiles? Como he dicho, ahora los cuentos acaban algo mejor, pero si nos remontamos al pasado el cuento de la caperucita roja por ejemplo acaba que el lobo se zampa a caperucita después de a la abuela, y santas pascuas. No aparece el leñador por ninguna parte. Si sirve de consuelo, hay una moraleja final que es casi tan tonta como el cuento en sí. ¿Y el cuento de la pobre cerillera? Es como retrasmitir la muerte de una persona minuto a minuto. Es hasta espantoso y cruel para un adulto como no lo puede ser para un niño. Igual de horrible las historias de niños abandonados por sus padres como el de Pulgarcito y en Hansel y Gretel, cuando para los niños los padres son los pilares de su vida.
Desde luego que si queremos que los niños sepan cuanto antes la cruda realidad de la vida lo mejor es contarles un cuento, como mucho los podemos traumatizar, pero qué más da si lo importante es que aprendan a diferenciar el bien del mal.
Una de las congruencias que se puede sacar de la frase “Quién a Hierro mata a hierro muere” es que la venganza está servida aunque sea por otra mano, llámese providencia o divinidad, y es que la venganza siempre será la gran discordia de la humanidad ¿Como pacificar hombres de razas y religiones que llevan sobre sus espaldas las reyertas sufridas durante siglos? Que grandioso sería el invento de poder poner el contador a cero de los rencores de todos los humanos y volver a empezar.
Por supuesto que volveríamos a fracasar a un teniéndolo tan fácil, y es que aprender de los errores para inventar artilugios no nos va tan mal, pero de nuestros fracasos sociales no hay manera, no aprendemos a esquivar la segunda piedra.
La venganza tiene un gran mal y es que se alimenta de la ira, y las personas la producimos con nutrientes muy especiales, uno de ellos es la desesperación. Y cuando aparece entonces es casi imposible encontrar la válvula de escape para que no nos reviente.


    Cuento en audio que narra un personaje en este capítulo: Cuento del hijo y la vaca

Capitulo 3 “Matar dos pájaros de un tiro”

Aquí tenéis el tercer capitulo: “Matar dos pájaros de un tiro”

  Siempre he admirado la cultura japonesa y a su gente por su esfuerzo, respeto e ímpetu que pone hacía la vida, por su delicadeza y meditación, su arte en general y sabiduría. Aunque debo criticar su orgullo y el honor, los cuales antiguamente podía (y puede) llevar a una persona al suicidio. Actualmente las cosas han cambiado y solo quiero reflejar mi queja a ese pasado. Esto lo digo porque si bien creo que morir por honor lo considero estúpido, seguro que habrá hoy en día quién me contradiga, y es según los casos, que la polémica puede llegar a grandes debates de ideas muy contrarias dependiendo de por cual sea el motivo por el que uno quiera perder la vida.
  He querido introducir este tema del suicidio porque al fin y al cabo no deja de ser un asesinato. Solo quisiera dejar entrever mi pequeña idea al respecto y comentar que creo que para suicidarse hay que tener muchos cojones u ovarios, y que tal vez se podrían utilizar de otra manera más provechosa. La frase “de perdidos al río” es de lo más apropiado para lo que comento. Lo último es la propia vida, si lo tienes todo perdido arriesgarla «¿que más te da?» Por supuesto esta opinión no entra en detalle de si la persona sufre una enfermedad (incluyendo psicológica) o en el contexto de todas las existencias, es simplemente genérica.
  Por lo tanto voy a reducir lo que podría ser un libro entero a una introducción corta, haciendo mención a una canción de “Sopa de cabra” que espero no me cobren derechos de autor.
 Cuenta la letra de una de sus canciones “L´Empordà” que, un viejo algo alocado va diciendo que se matará y solo cuando bebe dice que no lo hará por una serie de razones que menciona y que seguramente solo el alcohol le deja ver.
  El protagonista de la canción decidió cambiar de idea porque aún estaba vivo «¿Pero ¿quién puede cambiar de idea cuando se está muerto? ¿quién nos asegura que nada puede cambiar una vez muertos?» Sería sin duda ridículo que lo que nos haya llevado al suicidio se solucione por si solo cuando ya no estemos para verlo.
  Quisiera añadir cuatro párrafos de la canción mencionada, porque la considero como poesía y quisiera compartir mi adoración hacia ella.
(Los de Sopa de cabra que anoten este peloteo).
        I quan veig la llum de l´alba
        se´m treuen les ganes de marxar
        potser que avui no em suïcidi
        potser ho deixi fins demà.

Pensamiento: La gran mayoría de nosotros ya lleva un asesino potencial en la muñeca.