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El terror tiene muchas formas y la muerte cercana es una de ellas. Este blog empezó en tono irónico y burlón como manual de ayuda para dejar de matar como quien necesita dejar de fumar, partiendo de un libro ‘Inocencia Muerta’. Los primeros capítulos de este libro tienen una presentación en este blog y pueden leerse en su enlace. El resto de las historias pueden leerse en el libro.


Capítulo 1 "Muerto el perro, se acabó la rabia”

Si quieres leer el primer capítulo:  "Muerto el perro, se acabó la rabia”



  Divertida película: “No matarás al vecino”, pero lo mejor de ella es la simplicidad de su título. Una frase que no siempre hay que tomar literalmente. El vecino puede ser cualquier persona de tu entorno. Desde el cabrón que tiene el coche en el parquin, en la plaza de al lado tuyo y que ha provocado que te lo hagan retirar porque sobresale un palmo de tu plaza (aunque a él no le molesta, solo que le toca los cojones que pagues menos porque tu plaza es más pequeña que la que corresponde con tu coche). Claro, también a ese vecino que te pone la música a todo volumen. Lo punzante es que encima tiene la idea de que te está haciendo un favor para que tengas hilo musical gratuito. El colmo es que piensa que su música es lo mejor y es merecedora de que todo el mundo la pueda apreciar. Como los conductores que asesinan nuestros oídos con sonidos varios, incluidas motos de pacotilla que deben presumir de potentes y son tan mierdas como sus pilotos. Pero por rabia que nos dé no podemos ir matando a diestro y siniestro y nos controlamos como podemos «¿Qué lástima verdad?» Solo que a veces la cosa no se supera y nos surge una fijación por una persona en particular y que día a día parece que su existencia en este mundo haya sido concebida para jodernos e irritarnos. Esa rabia nos hace imaginar posibles contiendas contra ella. Nos deleitamos pensando en cómo asesinarla de la manera más agonizante posible, aunque en la vida real si realmente lo fulminásemos en el acto ya nos sería más que suficiente y satisfactorio. Pero porque no utilizar esa imaginación macabra para combatir la rabia y no a la persona. «¿Se puede?» Lamentablemente no siempre, pero es todo un ejercicio que el intelecto puede acabar agradeciendo. Lo importante es saber, que matar al vecino es como ponerte un enorme letrero con las frases: “Me lo cargué yo, si fui yo. El muy desgraciado me lo estaba pidiendo a gritos”. No podemos ser tan tontos, ¿verdad? Por lo menos nos lo podemos currar como por ejemplo en “dos extraños en un tren” (que tampoco es aconsejable porque al fin y al cabo estas teniendo un cómplice y te puede llegar a pasar como en “tira a mamá del tren”). ¿Y porque es como ponerse un letrero? pues porque la policía (que no es tonta) va a ir a hacerte preguntas. Les llaman “preguntas de rutina” y sin ser psicólogos ya dominan el arte de «este me está ocultando algo». Te lo ven en la mirada, en los gestos y en la voz. ¡Si lo ves en todas las series policíacas todos los días! Y tal vez muchos se traguen las series para sacar alguna conclusión y aprender a realizar el crimen perfecto. Como si su hora diaria de serie fuese la clase académica de cómo aprender a no cagarla el día que reúna los cojones de asesinar. ¡No te engañes! Es como pretender aprender inglés porque escuchamos las películas en versión original y con subtítulos en nuestro idioma (y que no deja de ser lo ideal). Y Alguno todavía pensará, pero si no puedo asesinar a quién de verdad se lo merece y que me jode a diario, ¿qué sentido tiene reflexionar el cómo combatir sus impertinencias? Como dijo Jack el destripador “vayamos por partes” y a continuación podéis pasar a leer el primer capítulo “Muerto el perro, se acabó la rabia”. 

Controla el Hannibal que hay dentro de ti

   Este Blog en tono irónico y burlón dista mucho de ser una guía espiritual, ya que es un manual de ayuda irónico, para dejar de matar. Como dejar de fumar o cualquier otro vicio. Se parte de un libro ‘Inocencia Muerta’. Cada sesión tiene una introducción en este blog que corresponde a su capítulo del libro.